A comienzos del año 2020 se generó gran preocupación debido a las imágenes publicadas en noticieros, plataformas de internet, y redes sociales, relacionadas con incendios forestales en Australia que presentaban animales desplazados y heridos, y miles de hectáreas de bosques en llamas. Cuatro meses después de que la temporada de incendios forestales se calmara en Australia sucedió lo mismo en Siberia, dónde se presentaron altas temperaturas que son inusuales en una región cuya temperatura anual promedio es inferior a los 5°C. En el presente, otra ola de incendios forestales está atacando a la naturaleza, pero esta vez en la costa oeste de Estados Unidos afectando principalmente a los estados de California, Oregón y Washington.
Impactos de la propagación descontrolada de incendios
La ocurrencia de estos grandes fuegos descontrolados ha traído grandes problemas a los habitantes de estos lugares y a otra gran mayoría de poblaciones, ya que fuertes vientos han desplazado el humo producido por el material quemado. En los estados más afectados la cantidad de humo ha sido tan alta que se han alcanzado niveles de polución catalogados como peligrosos para la vida humana.
Hasta la fecha estos incendios han desencadenado más de 35 muertes y numerosos problemas de salud en los habitantes de las zonas afectadas. Lo anterior se debe a que las partículas residuales de las cenizas tienen la capacidad de penetrar los pulmones y la característica de no descomponerse, lo que les permite llegar al torrente sanguíneo y a los órganos vitales, y generar en algunos casos problemas de salud irreversibles.
¿Por qué el calentamiento global ayuda a que se prolonguen estos incendios?
Es necesario mencionar que los incendios forestales no son ocurrencias nuevas, y en la gran mayoría de los casos son causados por razones naturales. Estos incendios se dan en lugares donde hay un clima propicio (vegetación abundante seca junto con rayos o relámpagos) y suficiente combustible para que se mantengan las llamas (hojas secas, arboles muertos, madera y cualquier tipo de material inflamable). Sin embargo, los incendios forestales del año 2020 (3 en total) han presentado varias similitudes que en episodios anteriores no ocurrían. En primer lugar, los incendios comenzaron antes de lo previsto. En segundo lugar, la extensión de las llamas aumentó en casi el doble con respecto a temporadas pasadas. Por último, y más preocupante, su duración fue mucho mayor con respecto a eventos previos; aproximadamente 78 días en cada uno.
Como es conocido, el cambio climático está generando situaciones extremas de los fenómenos climáticos (precipitaciones, nubosidad, temperatura, etc). Un ejemplo de esto es el aumento en la temperatura del globo terráqueo que ha resultado, entre otras cosas, en la aceleración del proceso de evaporación de las partículas de agua presentes en la vegetación y el suelo. Lo anterior crea las condiciones ideales para la generación de incendios en bosques y explica el incremento en su duración, su extensión, y en los consecuentes impactos sociales. Esto hace evidente la necesidad de invertir en programas de gestión de bosques con el fin de reducir la frecuencia de ocurrencia y la intensidad de los incendios, y mitigar el riesgo ante la ocurrencia los mismos.
Referencias
https://www.bbc.com/news/world-us-canada-54180049
https://www.bbc.com/news/science-environment-54278988
https://www.theguardian.com/us-news/2020/oct/05/california-fires-4m-acres-wildfires-burn
https://www.theguardian.com/us-news/2020/oct/06/california-wildfires-gigafire-first
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